Y tú la ves y la miras y dices: «Joder, que sonrisa». Pero si está sola, andando tan tranquila y la comisura de sus labios se alza hacia arriba, entonces es que ya ha sido elegida y que, ella, también eligió.

Y tú la ves y la miras y dices: «Joder, que sonrisa». Pero si está sola, andando tan tranquila y la comisura de sus labios se alza hacia arriba, entonces es que ya ha sido elegida y que, ella, también eligió.

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