Para empezar, tal y como dice el Diccionario de la Lengua Española, un personaje es «Cada uno de los seres reales o imaginarios que figuran en una obra literaria, teatral o cinematográfica». En este caso, me centraré en una obra de carácter literario.
Pero, ¿En quién nos podemos inspirar para desarrollar los personajes de nuestra historia?
Para continuar, existen distintos tipos: aquellos personajes que son los protagonistas y los personajes secundarios. Aunque voy más allá, y supongo que tú también, porque ¿En quién nos podemos inspirar para escribir nuestros protagonistas?
En mi caso, me inspiro en mi entorno, personas de mi alrededor, ya sean conocidas o desconocidas, reales o ficticias, espontáneas o eternas. Y más específicamente me inspiro en mí. Es decir, en las fases de lo que voy siendo según voy haciendo, emocionalmente hablando.
Así que si debo darte un consejo, es el siguiente: observa. Y luego plasma aquello que has visto desde la emoción, desde el sentimiento, porque te será más sencillo definir los rasgos característicos del personaje.
Lo siguiente que te cuestionarás es: ¿Cómo desarrollo el personaje? Sus características físicas, psicológicas, sociales… Solo necesitas papel y bolígrafo e ir anotando lo que se te pase por la cabeza. A continuación te propongo unos pasos para la creación de tu protagonista.
- Observar a las personas atentamente, sin ponerte límites. Simplemente observa sus movimientos, su forma de ser. Déjate llevar por el momento emocional en el que estés.
- Escribe lo que viste, lo que te surge de dentro, en un papel.
- Subraya aquello más destacable para ti.
- Convierte el texto en características tangibles. Probablemente hayas plasmado en el papel sentimientos en forma de metáforas. Convierte aquello surrealista en algo real.
- Dale forma a tu personaje atribuyéndole rasgos palpables.
- Anota las características tanto físicas como psicológicas en un papel.
- Acota tu personaje. Precisa.
- Finalmente, hazte un guion esquematizando los rasgos que hayas decidido ponerle a tu personaje.
- Fluye con tu personaje creado. Es arte.
En resumen, para desarrollar un personaje de una novela es imprescindible que te dejes llevar, que seas caos. Porque al fin y al cabo, de ahí nace el arte. Simplemente debes aprender a sacarlo del desastre y convertirlo en cosmos.
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