Querer

No luchaste lo suficiente, te acobardaste.

Tal vez, nunca llegaste a quererte,

a quererlos,

a quererme o,

simplemente a querer.

No te atreviste.

«Queriéndote» estaba yo. En gerundio.

Intento suicida, claro era.

Claro es.

Descubre más desde PEREZITABLOG

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo