Destrozando ríos,
arrasando montañas.
Marcando territorio,
gritando arañazos.
Heridas,
cicatrices,
corazones sin alma.
Peligroso,
demasiado.
Porque,
cuando hay amor y no odio,
reina el dolor.
Aun así,
deja el rencor,
y vuela.
Vuela alto.
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