Nostalgia agria recorre por mis venas. Es como aquel vino de color violeta tan amargo repiqueteando, encolerizado, contra mi corazón melancólico, alcoholizado y desgarrado. Porque la locura de mi alma sale a la noche endulzada y encantada. Ya no hay amor, se desvaneció. Desapareció. Sólo reina el dolor, el pudor y el color negro, medio estrellado, iluminado por algunas luciérnagas, la mayoría apagadas.
La sangre estalla, creando infinidad de coágulos. Está danzando, bailando al compás de los cristales rotos que brotan de mis ojos. Chocan contra el suelo, y se rompen cada vez más, en diminutas partes. Particulas de desamor volando por el espacio.
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