Escúchame, joder,
quiero decir,
ahora léeme.
Rómpete, sí,
que sí, que te rompas,
que no pasa nada.
Ya te arreglarás,
así crecerás,
y te amarás,
más,
mucho más.
Y nunca te sanarás del todo,
cicatrices te quedarán,
jamás se cerrarán.
¿Sabes qué va a pasar?
Que un día, por la mañana,
las fuerzas se habrán evaporado.
Te quedarás intacto y la revolución habrá empezado.
Porque serás tú, con todo tu arte,
miseria y cobardía.
Pero, amigo, no temas,
ahora es cuando más fuerte estás siendo.
Sí, porque es el inicio del sendero,
el de comenzar a conocerte.
Abrirte las puertas a ti mismo,
como si no te fuera la vida en ello,
pero, créeme, te estás dejando las garras,
amarrando las armas para que,
cuando salgas de este agujero negro,
saltes y vueles aun más alto,
mucho más.
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