Jodida

Y aun así,

sin zapatos,

destrozada

y sin corazón;

salí a la guerra,

seguí con la truega,

la de mi alma,

que quería sanar

pero desistió.

Demasiados rasguños,

cicatrices perforadas

y vacíos oscuros.

-Desgarrada,

desalmada-.

¿Qué vas a saber tú,

no de la bala que traspasó mis huesos,

sino del arma que me desarmó los sesos?

¿Qué vas a saber de las cinco vidas que morí?

Y, el milagro, es que renací.

Justo, momento, en que se cayó la piedra al suelo.

Golpe seco.

Un infierno de duelo,

porque ya no vuelo.

Joder,

tengo, siempre, todo el as de perder.



2 respuestas a «Jodida»

  1. Me gustaría conocerte, tendriamos mucho de qué hablar. Besos a tu corazón.

    1. ¡Seguro que sí! ¡¡Un besazo!!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

REDES SOCIALES

¡ÚNETE A MI CAOS!