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  • El compromiso a sentimiento exacto

    El compromiso a sentimiento exacto

    Estaba leyendo a un blogger, bueno, a un artista, ¿Supongo? El caso es que…, hay que tener fe, sí, no porque se pierda, sino porque siempre está dentro de tu ser. Así que, créeme, la volverás a sacar y a acurrucar y arropar entre tus manos, ahí, justo en tus costillas. Y tu pecho florecerá, solo necesitas creer en ti. No hay más, ni tampoco menos. Sencillamente es así. Porque después de que una se muera varias veces, créeme, ella misma encuentra esa esperanza, porque abunda mucha en su ser. Solo necesitaba creer y crearse y recrearse en esa tan lejana y, a la vez, queridísima, fe.

    Así que, sin querer, pero con ímpetu, me comprometo conmigo. Me elijo, después de apreciarme, y me planto aquí, en ese invierno del dos mil veinticinco, y le digo a mi dedo pequeño, el más cabezón de todos, que sí, que allá voy. De hecho, ya estoy yendo, siempre en gerundio, porque así avanza el tiempo, corriendo, o caminando, pero yendo. ¿Sabes qué te quiero decir?

    Desde el veintitrés de marzo que debía escribir eso, ¿El qué? Pues exactamente no lo sé. Realmente sí: es el texto, que fuera de contexto, parece loco. Lo que tengo a sentimiento exacto es que mi pecho ya está floreciendo, y vaya acto tan hermoso. Ni roto ni doloroso, sino que, lleno, ensanchado, de florecillas. Soy, no ahora, pero sí en este tiempo verbal presente…, soy, soy y soy un jardín que va creciendo el son del viento. Me pertenezco. También me recreo, lo sé.

    Sé que este post es algo extraño, aunque muy directo. Bastante preciso, ¿Quizás? El caso es que estamos a sábado veintisiete, y vaya siete, ¿Eh? Que lo entienda quien quiera, a quien le apetezca. Sé que está cogiendo una forma rara, que me pierdo un poco entre palabra y palabra y me vuelco y, queriendo, regreso al principio.

    ¿Debía describirme? Ya lo hago, ¿No? No es que vaya a comprometerme, así, de cara a un futuro. Es que ya lo he hecho. Me quedo en este florecimiento, que parece efímero, pero, por favor, que sea eterno. Gracias, y adiós.