Etiqueta: miedo

  • El miedo

    Siempre escribiendo de la muerte y ahora que la oigo, allá, desde una lejanía, desde la rareza, me acojona.

    ¿Por qué?

    ¿Para qué vivimos si no es para amarnos? ¿De qué serviría toda la guerra -interna- sin un poco de tregua?

    Solo siento algo, ahí, en mi pecho.

    Es el miedo.

  • Tú y yo en un nosotros

    Ayer anoche fue duro;
    un sentimiento lleno de
    amor, miedo y nostalgia anticipada.
    Lloré de dolor y pena por si un día ya no estás aquí.
    Sí nene,
    sí nena.
    Somos, ahora, dos en uno.
    Y cuando me miro en el espejo te veo a ti;
    un milagro.
    Una canción llena de ilusiones y vida.
    Pero la realidad a veces llega oculta en una sonrisa que te hace un jaque mate,
    y mata.

  • Ansiedad

    Sé lo que se viene, la detecté tres años atrás y, bueno, ahora la llevo dentro y duele. Como cuando te arrancan el aire y te quedas sin respiración no un segundo, sino un minuto. Como cuando te presionan el pecho con preocupaciones sin sentido que van pasando por tu cabeza constantemente. Y donde está tu corazón se empieza a vaciar toda la sangre. Ahí, a pedazos, comienza el hueco. -El vacío-. Ansiedad, bienvenida. Te abro las puertas a mi vida. Te quiero, a ver si así te vas. Y se va, pero poco a poco va aprisionándote los pulmones. Las rosas que salían de ellos ahora son piedras grandes y pesadas. Que pesan, y pesan.
    Pensar y sentir. La tristeza llega apoderándose de todo tu ser y, luego, el llanto que es como que quiere salir y no puede. Se queda estancado en la garganta. Y es cuando comienza el caos emocional. Uno que no tiene marcha atrás. Que aunque lo eches, regresa. Porque sí, por amor al arte todo esto te supera. Intentas respirar, -intentas-. No puedes. No, no puedes. Querer quieres. Y tiemblas de temor. Y sigue, sigue, sigue asfixiándote. Sea el tiempo que sea lo estás sintiendo con todo tu ser: alma, mente y cuerpo.
    No te mueres porque ya lo estás, y del milagro -susto- sale tu mirada angustiada que se pasea por las calles con la alerta activada. Que ya no vive calmada. Que la sensibilidad arranca y no para, no para.
    Todo pasa, sí, y vuelve (a pasar) arrasando.

  • Miedos

    ¿Cómo alimentáis vuestros miedos, vuestra ira?
    Los lobos que salen del alma,
    de aquello oscuro,
    negro
    y roto.

  • Miedo a querer

    Tengo miedo a quererte demasiado,
    y volcar el vaso.
    Y que ese amor tan grande lo rebase.
    -Tengo miedo-.

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