A las seis y veinte te he echado de menos. Primero confusión y al subir las escaleras, a cámara lenta, me sentí fluir al tiempo primaveral. Bien por fuera y por dentro. Bonito, tú. Y pensar en ti, saltarme una canción y ser gracias a mí, porque sí. El cuerpo pesa pero las alas ya no.
Siendo
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