Me descojonan los hipócritas, la ironía y el mal humor.
Que me mata, y me remata.
Y me aplasta,
y me ahoga.
Puede ser y puede suceder,
pero lo que no tolero son los restos que se incrustan en mis pulmones;
toxicidad y negatividad.
Malas vibras, y grietas abiertas.
En abundancia,
demasiada falacia.
¿Qué eres, papá?
¿Qué quieres?
¿Dónde estás y para qué?
¿Para qué sirve la ira cuando puedes ir en sintonía con tu hija?
A corazón abierto,
cicatricado sin solución ya.
Pero,
pero,
pero…
Me enmudezco,
no me encuentro
y me pierdo.
(Risa maléfica)
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