Y recrear las conversaciones en mi cabeza. Que cuando hablamos -tú y yo- se deshacen, se rompen y duelen. Quizás es que al no ser como quería aparece una decepción más grande. Se rompen, las palabras se rompen. Trozo a trozo, letra por letra.
Y lo siento,
por no ser lo que vosotros queréis que sea,
por no hacer lo que vosotros queréis que haga.
Por amarme más de lo normal y ser caos y aún así argumentar mal.
Tengo mis pensamientos, mis sentimientos.
Y decido por y para mí.
Y está bien.
-Está bien-.
Palabras rotas
por
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