Nunca llegaste a luchar por ella, te quedaste en vano, haciendo el vago. Muriéndote de ganas de conocerla y, como ya era habitual en ti, te quedabas en la distancia leyendo sus poemas sabiendo que no iban dedicados para ti, sin saber que todos y cada uno de ellos tenían algo en común: tú.
nunca
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Una respuesta a «nunca»
Dilema…
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