El cielo está ensombrecido, sólo hay una nube flotando y, yo, medio borracha cayendo por el precipicio de mi alma. Estoy bien, pero llueve en mi corazón, un poco sólo. Y las luces encendidas y son las cuatro de la madrugada. Y ya no soy, me siento flotar de tanto volar. Adicta a tus besos, ahora estoy pensando en ellos. Y ojalá estar juntos, y no uno a lo lejos del otro. Distancia, y cuatro porros que se ha fumado mi amiga. Me siento perdida y un poco hundida en mi propia melancolía. Fría, casi marchitada. Un olor a dolor.
Noches
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