Tengo miedo al amor, lo siento. No sé nada de amar, sólo plasmar mis negruras en el papel, deámbulando por las letras, yendo hacia atrás para reempezar y acabar con el cursor, en el inicio, con la página en blanco. Es un bucle, nunca termina.
Tengo el corazón florecido, ya no tan marchito pero se derrama de sangre oscura cuando te quiero y no sé demostrártelo.
¿Por qué?
¿Por qué?
¿Por qué?
Necesito tiempo o, tal vez, es que te necesito a ti para que me enseñes a vivir evitando el morir. Pero yo también puedo revivir, cuando sonrío por ti.
Tengo miedo de que el tiempo avance y tú no te detengas ni para mirarme, que no me quieras, que me dejes en el olvido. Las agujas del reloj me paralizan al igual que tu risa, que estalla sin prisa.
Tengo miedo a que te vayas, y me dejes aquí, con las alas cortadas.
Deja un comentario