Papá, mamá;
Me siento presionada.
Sé que no me obligáis, tampoco me lo decís. Me siento mal. Agobiada y llena de rabia, pero saldré de esta. Iré más allá porque para mí la impotencia no se llora, se remonta. Se sube al trampolín y se salta al vacío para convertirme luego en caos. Me da igual. Sólo quiero triunfar. No para ellos -familia- sino para mí.
Me hacéis creer que debo -porque lo deseáis- conseguir aquello o lo otro. Estoy bien como soy. Sólo quiero liberarme del sufrimiento, de la presión que hay en mi pecho.
Liberarme
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