deseo tantas cosas que,
al final, no consigo nada.
Y le grito a la luna con silencios,
y amargo las estrellas con delirios;
las apago, las quiebro, las acabo matando.
Y ahora te pido a ti, deseo,
que no me dejes desear,
que me quiero asar con su calor.
Porque estoy fría, y rompo.
Y me rompo,
y me rompen.
Y no quiero volver a amar.
Tal vez, quiero brillar,
para mí e interiormente.
Quiero sanar.
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