El siguiente capullo

¿Y vas a ser el siguiente que me va a romper? Y no el alma, tampoco el corazón. Simplemente, me harás un rasguño que quedará como cicatriz para toda la vida. Y lo sentiré, se me perforarán los huesos, la sangre de mis venas dejará de correr por ellas. Sólo durante un segundo. Uno que será eterno, quizás demasiado ebrio y muy profundo. Negro. Así será el segundo: oscuro.

Porque siempre me pasa igual.

Porque me he roto el corazón cinco veces, tropezando con la misma piedra. Por idiota, sí, por caer rendida en los pies de un idiota. ¿Y qué más da ya? Si todo me sale mal. Una y otra vez, sin parar.

¿Sabes qué?

Quiero volar.

Quiero volar muy alto. Ser pájaro y no matarme contra una ilusión. Porque son transparentes, y cuesta un cojón distinguirlas. Mira, tu cojón, el que te faltó para alcanzar mi corazón. Qué jodido debes estar ahora.



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