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  • Mi hogar es este texto, y los demás

    Veo los números, aquí, que me van repiqueteando la cabeza, cuestionándome qué carajos plasmar. Entre cartas huecas, borradores sin ideas y frases inéditas, empiezo, pongo un pie detrás de otro, me recoloco, colocándome de la forma más correcta posible y, bueno, me caigo, aunque comprometiéndome. Qué gran novedad, ¿Verdad? Antes, hace escasos minutos atrás, ¿Me describí, quizás? ¿O escribí? Un popurrí, eso sí. Espera, dame diez segundos que recupero el domingo de hoy, momento en el que me encuentro (habla el reflejo de mi espejo). ¿O era al revés? El caso es que ya llevo dos minutos, y se van solapando las tristísimas horas, aunque un poco dicharacheras. Me vibra el ojo derecho, me pica la costilla izquierda, justamente la del medio. Me rindo: no sé escribir si tengo un pretexto, algo ya preestablecido. Así que resisto. ¿Esto no era un lugar seguro para redactar? Nada, aquí oculto mis sandeces y, oye, gracias por estar leyéndome. Manifiesto, definitivamente, que el texto escueto, la imprecisión, una gigantesca impresión y la caótica imperfección…, son algunas de las características de mis cosquillas: las mariposillas ya sueltas. En resumen, si se pudiese precisar algo, que entre palabras es donde me siento en libertad  para poder narrar mientras voy sintiendo. Si me permites, te concedo este baile.

  • ¿Cómo ser constante con tu blog?

    En primer lugar, para ser constante con tu blog tienes que tener ilusión por lo que haces, por lo que escribes. Además de motivación, ganas, voluntad y esfuerzo. Sí, porque todo proyecto conlleva esforzarse.

    Además, es interesante que te preguntes diariamente o cada equis tiempo por qué tienes tu blog y para qué lo haces. ¿Por qué escribes? Por necesidad, por gusto, por curiosidad e interés…

    Si la respuesta es afirmativa, es decir, que lo haces porque te gusta, entonces sigue blogueando. Si la respuesta es negativa, replantéate las cosas porque probablemente estás invirtiendo tu tiempo en algo que no te gusta, que no te apasiona y que no es lo tuyo porque, simplemente, no es lo que quieres o necesitas en esta etapa de tu vida.

    La conclusión a todo esto es que lo hagas porque te apasiona. El después ya llegará. Que siempre llega.

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    Herramientas útiles

    Mi forma de ser constante con mi blog consiste en tener una organización realista y seguirla. Para ello lo llevo a cabo mediante un calendario editorial.

    Pero, ¿Qué es un calendario editorial?

    Un calendario editorial es ni más ni menos que una organización sobre tu blog. Allá organizarás qué publicas, qué día de la semana subirás equis entrada… Además, también consiste en planificar cuando escribirás cada post. Dependiendo de tu tiempo libre, de tus horarios, lo harás de una forma u otra y en un tiempo determinado u otro.

    El calendario editorial lo puedes hacer desde el Excel de Google Drive hasta en una aplicación o incluso en papel con bolígrafo y lápiz. Adáptalo a ti.

    Es necesario ser realista. No te pongas metas inalcanzables y tampoco metas sencillas de conseguir. De esta forma evitarás procrastinar.

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    Los objetivos

    Los objetivos son una forma eficaz de conseguir tus metas a corto y largo plazo. Por ejemplo, si estás empezando, una meta alcanzable es publicar dos posts a la semana: uno de escritura creativa y otro que aporte utilidad a tus lectores. Otro ejemplo es aumentar el tráfico: 50 visitas más cada mes.

    Recuerda pensar objetivos realistas y concretos.

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    Conclusión

    En definitiva, no hay una clave para ser constante, pero sí que hay distintos consejos y herramientas útiles que te pueden servir.

    Aquí lo más importante es tener una organización y seguirla. Ni más ni menos.


    PD: Gracias por leerme

    ¡Nos leemos!